La presencia de mujeres frente a hombres en el callejero de nuestra ciudad es tremendamente desproporcionada. No es que no existan mujeres que merezcan ser recordadas, es que una vez más los hombres han ocupado y copado el espacio público hasta controlarlo casi todo. Claro reflejo de la sociedad patriarcal en la que vivimos, que se empeña en esconder, en obviar a las mujeres en todos los ámbitos.
Cuando hablamos de discriminación de género también debemos dirigir la mirada a ese escenario de nuestras vivencias cotidianas, nuestro barrio, nuestra ciudad, para construir un espacio donde habitar en igualdad.
Creemos que debemos colocar a la mujer en el papel que le corresponde y ofrecer una respuesta simbólica de los géneros más igualitaria en la búsqueda de un barrio inclusivo, alejado de la realidad sesgada que ofrece la actualidad.
Hace falta que nos reconozcamos hombres y MUJERES, como constructores y constructoras de la ciudad.
Proponemos que se tengan en cuenta nombres de mujeres con una indiscutible importancia histórica en su barrio, localidad o en sus ámbitos profesionales o sociales.
Además, consideramos que hay mujeres que nos representan en mayor medida que muchos de los hombres que sí tienen el honor de poseer su placa, su calle, su reconocimiento.
A nosotras nos faltan muchas, Clara Zetkin, Rosalind Franklin, Dolores Ibarruri, Rosa Parks, Dionisia López Amado, Ángela Davis… y por supuesto la que más ilusión nos hace, nuestra querida y luchadora: JUANA DOÑA.
Es una pena que sólo un 4% de nuestras calles "inmortalicen" a mujeres destacadas en nuestro distrito, mientras que un 33% hacen referencia a hombres. Es bueno que estas cosas cambien, ¡gracias por luchar por ello!
ResponderEliminarLo ví hoy paseando por el barrio. Genial iniciativa! Gracias!
ResponderEliminarme parece bien la finalidad pero hay que entender que es mas un problema histórico, hasta ahora la relevancia del sexo femenino era escasa por ello el nombre que tienen las calles es por lo general una referencia al genero opuesto, del mismo modo continúan existiendo calles con referencias religiosas y vivimos en un estado aconfesional. Conclusión: tiempo al tiempo que con la igualdad este tipo de cosas cambiaran de forma natural, centrémonos en desarrollar el futuro no en arreglar el pasado!
ResponderEliminar¡Lo que me ha costado seguir leyendo después de "hasta ahora la relevancia del sexo femenino era escasa"...!
EliminarNinguna opresión de ningún tipo (ya sea de género, raza, por orientación sexual, etc.) ha desaparecido jamás simplemente dejando fluir los acontecimientos, sin lucha y sin denuncia, sin estudiar y señalar las causas históricas que han construido esa opresión. Afirmar que "la relevancia del sexo femenino era escasa" es escandalosamente equivocado. El papel de las mujeres no se ha invisibilizado inocentemente.
Sé que suena manido, pero precisamente porque queremos (y debemos) cambiar el presente y el futuro, hay que conocer el pasado.
¿Por tu comentario puedo deducir que la mujer ha gozado de relevancia hasta ahora y que se las ha invisibilizado por una conspiración? A mi también me puede costar leer si lo interpreto de aquella forma Sete..
ResponderEliminarLo que pretendo dar a entender es que el problema esta en la concienciación y no en la denominación de las calles.La evolución de la mentalidad precisa tiempo y si conoces el pasado sabrás cuanto hemos necesitado para llegar a este punto. Una vez asimilada la igualdad cambios como este vendrán solos por lo que centrémonos en lo realmente importante, la gente y no las calles.
Claro que tenemos que luchar, estudiar y denunciar pero no arremetamos contra molinos de viento.
Hola Anónimo (¿a que no es Anónima?),
EliminarNo quiero entrar en bucle, mi respuesta anterior me vale para tu última intervención.
Sólo me reafirmaré en la idea revolucionaria, subversiva y controvertida, de que a lo largo de toda la historia las mujeres, ya sea con actos cotidianos o extraordinarios, han sido lo suficientemente relevantes para llenar libros (y calles).
Llámalo quijotesco.